Ivan de Oliveira Almeida, de 66 años, tenía un mal diagnostico: Aneurisma aórtica, lesión obstructiva, insuficiencia de la válvula aórtica, disfunción de ventrículo izquierdo y ventrículo derecho y derrame pleural. Los médicos del Instituto Nacional de Cardiología de Río de Janeiro, decidieron operarlo y advirtieron a la familia de Almeida que sólo tenía el 1% de probabilidades de sobrevivir a la operación.
“Los médicos le comunicaron a mi familia que no iba a soportar la cirugía, pues el aneurisma era el más grande que ellos jamás habían visto en el hospital”, dice el sobreviviente Almeida. La aorta es la arteria principal del cuerpo humano y tiene entre 2 y 2,5 centímetros en promedio. Si llega alcanzar 4 centímetros de distensión, provocada por el aneurisma, la persona puede morir. En el caso de Almeida, su aorta era de 12 centímetros, según publica Gospel Prime.
La cirugía fue bastante delicada y duró 12 horas. “Dentro de los procedimientos, lo médicos cambiaron válvula e hicieron injerto. Con esto mi corazón estuvo por mucho tiempo fuera de mi cuerpo. Cuando lo volvieron a colocar, pusieron también un marcapasos, para que haga que el corazón volviera a latir, y entonces vieron sorprendidos que no necesitaba un marcapasos porque ya estaba ocurriendo el milagro. Al momento que desperté de la cirugía, con diez médicos a mi alrededor, me di cuenta que cada uno de ellos fue testigo del milagro del Señor”, dijo el anciano.
Ivan Almeida, contó en su testimonio en la Iglesia Mundial del Poder de Dios, diciendo que hace unos años de su vida fue un ateo. Cuenta que en el momento que le pusieron la anestesia, ya dentro del interior de la sala de cirugía, le pidió un minuto al médico y en voz alta, casi gritando, dijo: Señor Jesucristo, a ti encomiendo mi cuerpo, mi alma y mi vida. Haz de mí lo que quieras. Y me entregué a la muerte, porque sabía que iba a morir. Pero Dios quiso que no sea el momento!”, dijo.
Ese mismo día, Almeida comprendió que tenía una misión y se convirtió en evangélico. "Jesús puso su mano sobre mí y dijo: 'Vivirás para llevar mi palabra al mundo'. Jesús vive, gente!"
Hoy soy un milagro de Jesús y creo en Él! Entrega tu vida a Cristo! Él se levantó de la tumba estando muerto! Yo era ateo y me resucitó! Hasta el último segundo de mi vida hablaré de este milagro!".
AcontecerCristiano.Net
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